emborrachemonos con sabor a felicidad.
Recuerdos del ayer, con toques de Portugal.
Un día es un día, y todo se permite.
Brindemos con un; chin chin.
Por todo el ayer, por lo que pasó y vivimos.
Por lo que llegará y viviremos.
Por ti y por mi, principalmente.
Por aquellas dos maravillosas personas
que nos acompañan en nuestra vida diaria.
Pero brindemos,
que sea una noche de locura,
borrachera
y tonterías.
De risa y sonrisas,
de críticas a quienes nos dieron de lado
y explicaciones a nuestras parejas sobre ello.
Brindemos por un futuro lleno de alegría,
de sueños hechos realidad
y tú y yo estemos ahí para contarlo.
Te quiero hermanita.