¿Y si nos hemos convertido en lo que criticamos?
Nadie se libra de haber criticado ni de haber recibido criticas. Nadie.
Pero lo jodido es que algo que tu criticas, lo hagas. Eso es de ser gilipollas. Y de no tener personalidad ninguna. La putada es que de eso no nos damos cuenta hasta que la misma que hemos hecho nosotros nos la escupen a la cara. Duele. No por el hecho de herir tu orgullo ni hostias. Duele porque te molesta lo que haces cuando OTROS lo hacen. Sabia lección aquella de: no hagas hoy lo que no quieras que te hagan mañana.
Mentalicemosla.