Pasadas unas horas, entre el susto, las sirenas, los zarandeos y el tratamiento de los médicos, Jose volvía a estar casi como nuevo.
Casi.
Estaba destrozado psicológicamente.
Si no hubiera bebido tanto, no habría estado tan lento ni pesado.
Si no hubiera acudido a su amigo con sus penas, no habrían ido a ese bar.
Si no hubiera sido tan egoísta, habría peleado.
Todo lo que se le acumulaba en su cabeza eran autoculpas y posibles formas de haber evitado lo ocurrido.
Pero ya tarde y según él, que Luis estuviera en el hospital era culpa suya y lo pagaba su amigo.
"Yo, yo debería estar en esa camilla" pensaba constantemente, andando en círculos en la sala de espera.
Para colmo, a cada persona que llegaba, él mismo contaba la historia. Primero fue a su madre y a su hermana. Éstas, después de abrazarlo y besarle de forma continua al ver que estaba bien, le preguntaron lo ocurrido.
Poco después aparecieron corriendo e histéricos los padres de Luis. Las enfermeras les relajaron dentro de lo posible, y les negaron el verle, ya que estaba siendo sometido a más pruebas, por lo que fueron a hablar con Jose y sus padres. A ellos les costó más que a nadie decírselo. Eran sus segundos padres. Le vieron crecer, le habían cambiado pañales, y ahora, él les decía que su hijo estaba en coma 'gracias' a él. Por una paliza. Lo dijo con lágrimas en los ojos y más dolor que si hubiera recibido él -esa- paliza.
Como era obvio los padres negaban que él fuese culpable de ese desagradable episodio, igual que coincidían sus amigos que llegaron poco después.
Pero él no lo veía así.
Vacío por dentro de tantas lágrimas derramadas, al llegar sus amigos con Sandra y Miriam incluídas, abrazando a ésta última, chica de Luis, les recitó el parte médico:
"El paciente ha entrado en coma tras una brutal paliza, provocándole así un traumatismo craneoencefálico"
Estas dos últimas palabras intimidaban tanto como verlo en la camilla, intubado y lleno de cables.
-Lo siento. Recupérate, por favor. No te me vayas tú también. -Fue lo único que pudo decir al entrar a verle por primera vez.