-Hoy vuelvo aquí ante ti porque siento que eres la única persona en la que realmente puedo confiar, para siempre. Y la que mejor me conoce.
>>Has estado desde siempre y si contase cosas sobre mi, tú podrías corregirme.
Sabes de mi más que yo mismo.
Me encanta desnudarme sentimentalmente, porque entre tú y yo, eso es lo que nos une. Nuestro interior.
Y no importa si contigo río o lloro, porque no me juzgas. Tú no preguntas.
Sabes que si empiezo necesito soltarlo todo, y te centras en escucharme en tu más absoluto silencio.
Un silencio inquietante a veces.
Soy como una botella llena, del revés y sin tapón; vaciándome por dentro, vertiéndome a la nada. Liberándome.
Y no se si tu mirada me culpa o me hace sentir mejor persona.
Porque tú me conoces.
Pero yo a ti no.
Soy tan imperfecto que no siempre puedo ocultarlo, y duele.
No pretendo ser perfecto, pero mis planes no eran ser esta ruina.
Una ruina que alegra tanto como daña.
Pero, ¿qué te voy a contar de mis miedos y de mis fallos?
Mejor me enjuagaré la cara y vendré a visitarte mañana.
Me giré y me fui.
Sabiendo que aquel espejo también mostraba la espalda que me daba a mi mismo.
Sabiendo que siempre vuelvo a dar la cara.
viernes, 4 de septiembre de 2015
Me giré y me fui
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