domingo, 28 de febrero de 2016

Que no, que no

Que no, que no. Que se acabó. Que me da igual cuántos lazos y cabos me ató o cuántas cicatrices con sus uñas en mi espalda dibujó.

Que no, que no joder. Que más ya no va a doler. Que reine el amor propio y lo plasmo en este folio. Que si hace falta voy a interesarme por el capitalismo para comprarme a mí mismo.
Se acabó eso de ser de nadie.
Eso de ser llevado por el aire.
Que voy a borrar el dolor y voy a pintar mis días de color.
Se acabó eso del gris y oscuro, ahora sólo voy a estar feliz, lo juro.
Porque quiero y porque puedo, porque puedo voy a cambiarlo. A cambiarme.
Basta ya del fijarme, de pensar en el resto, y por nada rayarme.
Claro que los quise, ese pasado no hay quien lo pise, pero antes que nadie estoy yo.

Y que no, que no... Ya está bien de dejar de ser lo que soy por nada, por algo que acaba de la mañana a la noche.
Y como el ruido de un coche, marchándose, suena mi mente, despejándose.
Vaciándose...

Que no, que no. Por más que busque en mi cabeza ya no queda nada, es otra etapa pasada. Otro día más que nace y mi pecho late por rutina, pero no por saber lo que hace, sin saber aún lo que he hecho, o qué he deshecho.

Y ante mi cara aburrida, sólo me queda ponerle una línea torcida.
:)

sábado, 6 de febrero de 2016

Vacío

Y empieza a ser costumbre esto de sentirme vacío. 
Tan vacío que ya no siento frío, ni calor.
He disparado a Cupido matando así al amor.
Y las cenizas se disipan como todo lo que quise.
No importa cuán fuerte pise, 
porque no dejo huella, 
dejo una herida imposible de que cicatrice.

Tan vacío que he quemado mi memoria llena de nuestros objetos 
y quise apagar la llama con el cajón de los recuerdos...
Y no...

Sólo hubo una explosión que no deja locos ni cuerdos, 
sólo cuerpos rotos dignos de exposición,
una decisión de la que jamás fue mi visión.

Tan vacío que ya no quedan fotos, mensajes o tus vaqueros rotos.
Olvidé tus masajes al igual que perdí nuestros pasajes.
¿Recuerdas aquél destino?
¿Y qué queda? Si no...
Si no es tu memoria, ya te dije que me moría 
y mi vida es como aquella puta noria, 
vueltas subidas y bajadas, 
y me siento puta escoria por mi idas y mis cagadas.

Tan vacío que de mi sólo queda el hastío,
el desafío a la muerte y danzar bajo un río.
Porque si me hundo al menos de agua se llena mi pecho,
y es mejor que del dolor que me inundo 
por el hecho de que eras todo y sin ti no hay ni mundo.

Pero la cagué y estoy moribundo de sentimientos,
mi corazón roto y mi alma sin cimientos. 
Ya vacío me quedo
y es el precio por el quiero y no puedo...
/* Botones de ir arriba e ir abajo */ /* Botones de ir arriba e ir abajo (fin) */