Ayer, haciendo limpieza en mi habitación encontré un libro de poemas de Pablo Neruda.
Mi madre me dijo:
-No recuerdo por qué, pero ese me lo pediste de chico.
Yo no me acordaba de eso, pero, ¡qué gusto saberlo! Ya desde pequeñito apuntaba maneras.
Así ahora agradezco el no ver la mierda que hay. Porque son mierdas (aunque respeto a quien lo vea. Merecen que les metamos un lápiz por la nariz hasta que le llegue al cerebro, pero les respeto).
La princesa del pueblo, tan ignorante ella, pero tan querida.
'El tete', más de lo mismo. "Me río en tu cara, payasa", es famosito de él.
Ve al colegio guapo, a ver quién se ríe.
MYHYV es algo que nunca entenderé. ¿Por qué? A ver. Pivones y petados guapitos. ¿Ok? Ok.
Tíos y tías babean por ellos allá por donde pisan. ¿Por qué deben ir a un plató a buscar pareja, donde todos se lo montan con todas y viceversa (nunca mejor dicho) y sólo conoces lo guarra o golfo que es?
Algún día lo entenderé.
O no.
Los cotilleos de Sálvame... En fin.
Sólo más por mencionar que me alegro de tener un poquito de mentalidad y no dejarme llevar por la tele, radio o internet.
Un poquito más de cultura nos podría salvar de nuestra propia ignorancia.
Poco después, esa misma tarde, descubrí el Lazarillo de Tormes. No sé qué me dio, pero dije: -¡Ay! ¡Voy a leermelo!
Me vino así. Cual niño que descubre algo y lo quiere sin saber explicar por qué.
Y no lo puedo evitar. Siento un amor por los libros que, si no eres aficionado a ello, no lo podrías entender.
¡Feliz día del libro! (Un día atrasado, soy un chico ocupado)
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