El tiempo...

Tan vacío que no tengo ni palabras.
Porque todo se lo llevó el aire.
Ni mis ojos muestran nada, tan silenciosos y cabizbajos.
Tan solo se, que ya no soy nada.
Que ya ni soy.
Reducido de lo que fui, a nada.

Aglomeración

Tengo tanto que decir que las palabras se aglomeran en mi garganta y me ahogan. Y es terrible esa sensación de faltar el aire y no poder respirar y todo porque las palabras no te salgan, a pesar de estar ahí.
Quizá lo primero que debería mencionar es lo bueno que soy en todas las variaciones. Pero claro... Ocultar mi parte negativa es otra mentira, intuyo. Y estoy muy lejos de ser perfecto. Así pues, ¿debería empezar por mis defectos?
Aunque esto puede suponer horas y horas de charla intensa e incesante.
Soy lo más imperfecto del mundo. De hecho, soy mi propio y peor enemigo. Y eso me asusta.
Podría pasar de describirme y dedicarme a todas esas sensaciones tan extrañas como ocultas.
Como el jodido miedo a mi mismo.
Mis inseguridades.
El qué dirán.
O el cuánto dolerá.
He de reconocer que soy más débil de lo que todo el mundo cree.
Hace no mucho me preguntaron si era nervioso y un familiar respondió por mi que no. Me dio que pensar que realmente me conocen muy poco, quizás es mi culpa claro, que no me abro.
Pero no, no soy tranquilo. Soy muy nervioso, pero sólo cuando hay que serlo y SIEMPRE para mi interior.
No me gusta asustar/alterar a los demás. Me lo callo y quito hierro al asunto de cara a los demás.

A fin de cuentas, yo sólo quería volver a sentir esa sensación de escribir y desahogarme aunque ni sé de qué.

Pido perdón a todos y cada uno de los que hayan sufrido por mi culpa y culpa de mis errores humanos.
Tengo mis dudas en la vida, pero jamás me quedaré en el suelo eternamente.
Caer y levantarme es a lo que me dedico.
Siempre en busca de una sonrisa, que si no me la pongo a mi mismo... ¿Quién lo hará?

20/03

Ayer me tocó vivir un trágico episodio en mi vida, por desgracia compartido con mucha gente.
No voy a decir cuál, los más cercanos ya lo sabréis, los que no, bueno... No es necesario remover más el asunto.
Sólo quiero escribir esto como desahogo y en cierta medida en agradecimiento a todos aquellos que pusisteis vuestro granito de arena.
Me sirvió para conocer las dos caras de internet y las difusiones que éste trae consigo.
Me ayudó a comprender que, gente conocida de amigos de familiares y etc, no les cuesta echar una mano ya que realmente, no cuesta nada y puede servir de mucho.
Muchísima gente fue "movida" y puesto su ayuda con un solo clic, cosa que servía de mucho,
El ayudar, las informaciones, el estar ahí para todo, especialmente quien ahora más que nunca he comprendido hasta dónde es tan cercano el vínculo de la amistad que roza la familiaridad.
También me ha abierto los ojos en que es realmente fácil colar un bulo en internet y que la gente se lo crea, porque, leyendo a una simple persona que escribe encima de tu comentario, ya te crees lo que cuenta, sin pensar en cuanta medida puede llevar razón o cuánto conoce el asunto.

Realmente sólo quiero que ahora, pase este asunto de largo, por supuesto traerá alguna represalia. Pero que finalice cuanto antes, y se olvide todo lo posible, porque el mal trago, no hay Dios que lo quite.
Que sirva de reflexiones para aquellos involucrados.
Que ayude a todo el mundo que no cuesta nada colaborar para una buena causa.
Y agradeceros la ayuda, las preocupaciones, los "lo que sea aquí estoy", los "avísame cuando sepas algo" y toda aquella muestra de cariño que, sin duda, la requería.
Gracias.

Que no, que no

Que no, que no. Que se acabó. Que me da igual cuántos lazos y cabos me ató o cuántas cicatrices con sus uñas en mi espalda dibujó.

Que no, que no joder. Que más ya no va a doler. Que reine el amor propio y lo plasmo en este folio. Que si hace falta voy a interesarme por el capitalismo para comprarme a mí mismo.
Se acabó eso de ser de nadie.
Eso de ser llevado por el aire.
Que voy a borrar el dolor y voy a pintar mis días de color.
Se acabó eso del gris y oscuro, ahora sólo voy a estar feliz, lo juro.
Porque quiero y porque puedo, porque puedo voy a cambiarlo. A cambiarme.
Basta ya del fijarme, de pensar en el resto, y por nada rayarme.
Claro que los quise, ese pasado no hay quien lo pise, pero antes que nadie estoy yo.

Y que no, que no... Ya está bien de dejar de ser lo que soy por nada, por algo que acaba de la mañana a la noche.
Y como el ruido de un coche, marchándose, suena mi mente, despejándose.
Vaciándose...

Que no, que no. Por más que busque en mi cabeza ya no queda nada, es otra etapa pasada. Otro día más que nace y mi pecho late por rutina, pero no por saber lo que hace, sin saber aún lo que he hecho, o qué he deshecho.

Y ante mi cara aburrida, sólo me queda ponerle una línea torcida.
:)

Vacío

Y empieza a ser costumbre esto de sentirme vacío. 
Tan vacío que ya no siento frío, ni calor.
He disparado a Cupido matando así al amor.
Y las cenizas se disipan como todo lo que quise.
No importa cuán fuerte pise, 
porque no dejo huella, 
dejo una herida imposible de que cicatrice.

Tan vacío que he quemado mi memoria llena de nuestros objetos 
y quise apagar la llama con el cajón de los recuerdos...
Y no...

Sólo hubo una explosión que no deja locos ni cuerdos, 
sólo cuerpos rotos dignos de exposición,
una decisión de la que jamás fue mi visión.

Tan vacío que ya no quedan fotos, mensajes o tus vaqueros rotos.
Olvidé tus masajes al igual que perdí nuestros pasajes.
¿Recuerdas aquél destino?
¿Y qué queda? Si no...
Si no es tu memoria, ya te dije que me moría 
y mi vida es como aquella puta noria, 
vueltas subidas y bajadas, 
y me siento puta escoria por mi idas y mis cagadas.

Tan vacío que de mi sólo queda el hastío,
el desafío a la muerte y danzar bajo un río.
Porque si me hundo al menos de agua se llena mi pecho,
y es mejor que del dolor que me inundo 
por el hecho de que eras todo y sin ti no hay ni mundo.

Pero la cagué y estoy moribundo de sentimientos,
mi corazón roto y mi alma sin cimientos. 
Ya vacío me quedo
y es el precio por el quiero y no puedo...

No te temo a ti

-No, no te temo. Te tenía miedo antaño, pero ya no. 
-¿Sabes acaso quién soy? ¿Sabes... a lo que he venido?
-Claro que sé quién eres. Intimidas, pero eso no es miedo. Yo no tengo por qué asustarme. Yo he reído y he llorado. Sé qué es sufrir, y en ocasiones lo he provocado. 
Sé lo que es sangrar. 
Y sé que las heridas más dolorosas son las del alma. 
He encontrado al amor, aunque éste, a veces, también entienda del dolor.
Sé que he cometido errores.
Sé que tengo cuentas pendientes. 
Sé que me queda mucho por soñar. 
Mucho por vivir.

Me espera una familia deseando que la cree. 
Me espera una casa de la cual me queje toda la vida por tenerla que pagar, pero que cada día esté deseando llegar a ella.
Me esperan amigos que me hagan ver la vida de otro color, que me quiten vendas, o que me tapen los ojos para darme sorpresas. 
Amigos dispuestos a todo.
Y gente que no estará dispuesta a nada, y se quiera marchar de mi lado.

Me queda mucho por dar.
Y mucho por recibir.

No te tengo miedo a ti, si no lo que traes contigo.
Traes la oscuridad, un final. Unas tijeras para cortar el hilo del destino, para marcar mi fin.
Traes la facilidad para hacer que otros lloren en mi ausencia eterna.
Traes el negarme los placeres de la vida, como el de oir "¡papá!". 
El placer de dejar huella en un mundo de barro.
El placer del "buenos días, cariño" de mi esposa.
El placer de poder alcanzar mi propia meta bien elevada, y conocer realmente mi límite. 

No, no te temo a ti, muerte. 
Temo todo lo que dejo atrás por tu culpa.
Y sé que ese día está por llegar.
Pero no aún.

1/1/2016

Y aquí estoy. Primer día de año nuevo.
Me río yo de "año nuevo, vida nueva."
Sigo teniendo la misma vida. El mismo trabajo, la misma gente. No quizá que la misma gente de todo el año 2015, pero sí la misma de la última semana, por ejemplo.
Antes de querer una vida nueva, deberíais aprended a vivir la que tenéis, a centraros, a saber qué queréis en la vida. Porque, creedme, no tenéis ni puta idea.
Realmente, ni yo mismo lo sé, a pesar de escribir esto pareciendo la hostia.
Más o menos, sé que quiero, en grandes rasgos. Pero, ¿quién sabe a ciencia cierta qué, cuándo y cómo lo quiere?
Nadie.
Es imposible planear toda una vida. Y es que ya lo dice Kase O... "Yo tampoco sé vivir, estoy improvisando"

Y lo cierto, es que la gente, muchos de vosotros, dejáis que desear. Y lo digo por los que he visto de cerca.
Creer que gente que le tenías al lado de toda la vida, prefiere a aquél que más le ha tirado por la borda todo en lo que creía, que a ti, su "defensor", por decirlo así.
Personas que, ni tan siquiera queriéndoles dar un último voto de confianza, lo aprovechan. Quizá porque no sepan aprovecharlo, quizá porque no quieran, quizá, y simplemente, porque sean gilipollas.
Gente que nada valora, y todo se lo toma en serio, obvio, cuando es a mal. Cuando no es todo lo que esperan, pero no importa el esfuerzo. Sirve lo que ellos quieren, no lo que das.

Dejo atrás un 2015, que, a grandes rasgos, ha ido bien; muy bien.
Me he quedado con unos pocos amigos de verdad; triste, pero a la vez reconfortante, saber que ellos son los de verdad. Los que pase lo que pase, "han cambiado" (va por ti por si me lees, y lo sabes) para pensar como tú. O simplemente, es como siempre han pensado pero por quienes le rodeaban no podía sacarlo a flote.
Se han apartado aquellos en los que ni confiaba ni se dejaban confiar.
He estrechado lazos con algunos familiares, y he tenido mi primer trabajo serio. Voy para un año, aunque nadie apostaba ni tan siquiera por dos meses en él.
Es increíblemente genial el saber que puedes tener la oportunidad de valerte por ti mismo, de poder aportar parte de un sueldo a casa, de no depender económicamente, de poder pagarte tus caprichos. Es todo un alivio. Aunque claro, ¡maldito paro! Ojalá esto mejore y, aunque no sea de vuestro trabajo soñado, podáis empezar a valeros y a mover el jodido culo.
Gente que ya estaba, sigue, y de forma muy especial. Y eso es digno de agradecer, porque el vínculo sigue en aumento; chin chin,  ¡por más años juntos!

En resumen, la vida pasa, eso es ley de vida. La vida no cambia, cambia la cifra de los días, de los años, pero no nosotros. Nosotros somos como somos, podemos sentirnos diferentes, explorar y sentir cambios, pero quizá no es que cambiemos, es que realmente seamos así y nunca lo hayamos expuesto.
Mi pequeño consejo, es que seáis menos gilipollas y abráis los ojos. Que antes de tomar una decisión, contempléis los diversos puntos que con ella hay y cuál creéis ser el apropiado. Porque llegará un día, que miraréis atrás, y diréis; joder, en "aquella vida del 2014-15... estaba mejor rodeado" pero quizá ya sea tarde para recuperar aquello.

Chin chin. ¡feliz 2016, portaos mal, y que os rodeen de regalos!
P.D. No os dejéis engañar, que los reyes magos no existen...