Otro ciclo acabado.
Hoy 20 de junio, estoy a una hora de llevar un día con mis prácticas en empresa acabadas.
Se me hace raro, estar escribiendo en mi casa, y no allí.
Han sido tres meses en ese mismo despacho, ante el mismo lento y desesperante ordenador.
Desde los primeros días, ansiaba el día de acabar. Las horas se me hacían eternas.
No era las prácticas deseadas, ni lo han sido al final. No me he llevado grandes aprendizajes como cabe esperar en prácticas, eso, por supuesto, lo echo y lo echaré en falta.
Trabajo que me encargaban que acababa en diez minutos, y el resto de la mañana, lo tenía libre, pero a veces, tanta libertad y tiempo libre, agota más que el movimiento constante.
Agota la mente. ¿Qué hago ahora? Era la pregunta que me rondaba constantemente.
Miraba el reloj una vez, y otra. Y aún no llegaban ni las diez. -Otro día más desesperante-, pensaba.
Pero ahora, quién me lo iba a decir, lo extraño.
Al acabar, allí estaban esas tres maravillosas personas que mejor se han portado conmigo.
-Alejandro, que ya acabas.
Esas fueron las primeras palabras de nuestra despedida.
Me hicieron sentir bien, a la vez que mal. Una despedida siempre es eso, un casi seguro adiós. Y a mi, al menos, me entristece.
Besos, agradecimientos, sonrisas (luego habría tiempo para la tristeza) e infinitos ¡que te vaya bien, y suerte!
Voy a extrañar la rutina. Apagar mis alarmas, desde las 6:45 hasta las 7:15, y vestirme corriendo, lavarme la cara, y salir a paso ligero hacia el autobús. Cogerlo a y 34, llegar cerca de y 50, y andar esos 8-10 minutos (según tuviera la mañana, y fuera más deprisa, o menos).
Llegar a las 8:00 en punto, no me gustaba ser impuntual, cuando siempre lo soy en las citas.
Saludar a Cari, dirigirme a mi despacho. Encender el Pc, mirar su correo, y empezar a entretenerme con cualquier cosa.
Puede ser aburrido, sí, pero la rutina se acostumbra uno, y la añora.
Al menos, me quedo con lo bueno. Tres meses después, mis prácticas han acabado, y con ello, obtengo mi título de Grado Medio como informático. Nada mal, ¿eh?
Con esto, sólo quería un desahogo, un comentaros que, hasta lo más aburrido, repitiendolo cada día, se puede acabar echando de menos.
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